CLH apuesta por los incentivos para garantizar una transición ecológica ordenada y evitar posibles e
Su consejero delegado propone más incentivos que prohibiciones para abordar la descarbonización
Jorge Lanza reconoce que en el “mix energético” mundial el petróleo sigue siendo muy importante, pese a que “va a ir a menos”
Pese a que Europa lidere la transición energética, se trata de un reto global en el que se deben involucrar todos los países
El consejero delegado de CLH, Jorge Lanza, ha participado esta mañana en un desayuno informativo organizado por Executive Forum, con la colaboración de FCC y Nervión. Durante el encuentro, que se ha celebrado en el Hotel Palace de Madrid, Lanza se ha referido a la logística de los hidrocarburos ante la transición energética. Pablo Colio, consejero delegado de FCC, le ha acompañado en su intervención y ha ofrecido la colaboración de su compañía a CLH para seguir apoyándose mutuamente en proyectos nacionales e internacionales, entre los que ha destacado el Aeropuerto de Dublín.
Lanza ha comenzado su intervención explicando que la transición energética es un proceso y que, pese a que se aborda y considera de maneras diferentes en cada parte del mundo, representa un reto global que afecta a todos por igual. Por este motivo, ha advertido que, aunque Europa haya decidido liderar esta transición, sus emisiones solo representan un 10% de las globales, por lo que la involucración de todos los países sería totalmente necesaria. En este sentido, ha añadido que la demanda energética está creciendo por su correlación directa con los niveles de bienestar y con el incremento de la población mundial, lo que estaría provocando que el “centro de gravedad del mundo pase a estar en la zona oriental”.
Este crecimiento de la demanda exigiría un control de las emisiones que, por ahora, no se está dando. “El escenario sostenible requiere invertir la relación histórica entre el crecimiento económico, la demanda energética y las emisiones” ha explicado Lanza. De este modo, ha considerado que el “mix energético mundial sigue teniendo un componente fósil muy importante”, pese a que ha reconocido que va a ir a menos en los próximos años. Como ejemplo, se ha referido al sector del automóvil que, aunque prevé un crecimiento del 80% de su flota, está haciendo un gran esfuerzo por limitar sus emisiones y va a lograr disminuir su huella de carbono.
“El futuro es difícil de predecir ahora” ha confesado Lanza, así como “es igual de difícil predecir cuál será el combustible que se impondrá, probablemente sea un mix”. Ante este escenario incierto, CLH aboga por la neutralidad tecnológica para permitir que el mercado siga su propio ritmo para investigar y mejorar las innovaciones presentes. En esta línea, ha mostrado su conformidad con el impuesto al CO2, pero sobre todo ha manifestado que lo más efectivo es incentivar este cambio con medidas que garanticen una transición ecológica ordenada y acorde con los mercados y la economía, para evitar posibles efectos búmeran.
Finalmente, Lanza ha declarado que el modelo energético va a evolucionar despacio y con toda seguridad. Para formar parte de esta transición, CLH aborda los cambios desde la adaptación de sus infraestructuras, con el objetivo de garantizar el suministro y favorecer la diversificación energética mediante el desarrollo de logísticas diferentes a las de los hidrocarburos tradicionales. Al mismo tiempo, continúa trabajando por la reducción del impacto medioambiental hasta lograr que su propia huella de carbono sea nula.